Tras su divorcio y todos los chismes que lo han rodeado, Cristian Castro está en la mejor disposición de iniciar una nueva etapa y acepta ?El culpable soy yo': "Completamente, de lo bueno y de lo malo hay que tomar la culpa bien y más cuando no se tiene nada que esconder. Sólo querer ser feliz, que es lo que he buscado".
Así titula su nuevo disco, producción que marca la nueva etapa en su carrera, donde quiere todo, empezando por comedia musical en teatro: "Me interesa, me interesa mucho, creo que todos los cantantes importantes han tenido un periodo de actuación y yo quisiera hacer un musical en teatro, un musical en cine".
Regresar a las telenovelas también esta en sus planes: "Claro que hay un interés siempre, estoy enamoradísimo de las telenovelas. Ahí me forje, ahí aprendí muchísimo. Entre bambalinas, con mi madre y le estoy agradecido a las novelas, gracias a ellas estoy aquí hoy".
Lo que no lo acompaña en esta época es el polémico tatuaje, algunos decían que con forma fálica; que tenía en la espalda: "Ya hasta me lo quité. Me molestaban mucho y me lo tuve que quitar. Ya pasé esa etapa, pero pues había que vivirla también. Ya se fue y no va a volver, soy baladista pop declaradísimo".
También quiere cultivar o multiplicar el público gay que lo sigue: "Me gusta, no me desagrada que el público gay tenga gusto por mis canciones. Veo mucho público gay en los conciertos, creo que es impecable lo que han logrado. Se me hace genial, cada quién debe ser lo que quiera ser".
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